30 enero, 2013

DE REGRESO AL OFICIO


Después de un prolongado descanso la sangre palpita  y pide acción. Definitivamente la obsesión por contar  una historia motiva abandonar mi  postura cómoda para  transformarme en un águila que planea  por los cielos de una urbe hostil intentando cazar una noticia.

Es desde esa mirada que se me ocurre proponer temas a una prestigiosa revista para  salir con grabadora en mano a indagar acerca de un tema que preocupa a la  ciudad. 

Ahora esas historias  circundan  mi cabeza como aves de  rapiña. De ahora en adelante dependo de mi  olfato periodístico para escudriñar hasta establecer un riguroso trabajo de campo y de ahí apropiarme de mi dominio narrativo para cautivar al editor y posteriormente al lector. 

Definitivamente tengo que  aceptarlo,  no sé hacer nada más en la vida, ésta es mi vocación y no me da pena  expresarlo. 

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