18 febrero, 2013

¿ QUÉ ES EL AMOR?


Me  considero una persona afortunada. Estoy enamorado y además soy  correspondido. La mujer  que  me acompaña en estos momentos es hermosa, trabajadora y  comprometida con la  relación. 

Sin embargo en muchas  ocasiones  me pregunto en qué  consiste  eso del amor. Algunos  afirman que la  atracción se da  de manera  primitiva, que es solo  cuestión de  feromonas, otros le han dado un sentido  más místico y relacionan  su contacto con la alineación de los planetas y demás  sortilegios. 

Si me preguntan yo me iría por la primera opción, pero también argumentaría que para  mantener  ese  sentimiento durante  mucho años hay que despojarse de lo instintivo  y desarrollar  una capacidad  racional. 

Con esto quiero decir que el amor como se conoce con esa mirada  rosa en donde  todo es felicidad hace parte de   una de las  primeras etapas.  Si uno quiere  conservar ese idilio debe  trabajar duro. Y si querido lector, cuando me  refiero  a trabajar duro es al laburo, de ahí que  escuchemos  los  refranes populares que dicen: " Cuando el  hambre entra por la  puerta, el amor sale por la  ventana".

Sin embargo eso no es  suficiente. Y con ésto no pretendo que me consideren un gurú en la materia.  Pero la experiencia  me ha  enseñado que una relación es de dos, bueno pueden existir tríos pero éste no es el caso, que  una de las  reglas fundamentales  es el respeto anudada de la confianza, que antes de  levantar la  voz, o en su  defecto una mano, se debe  entablar un diálogo con el otro y tratar de  entenderlo, escucharlo e intentar  ponerse en sus  zapatos. No quiero  plantear que  sea  fácil, que existen  instantes en que el egoísmo tienta a ese espíritu filántropo a desistir, que en ocasiones solo piensas en suplir tus necesidades, tanto afectivas como corporales, y que es ahí cuando se empieza a perder el  mérito. 

En conclusión si uno ama de  verdad debe dar todo, entregarse con las entrañas sin esperar nada a cambio. Por eso reitero:

" Soy un  afortunado".

12 febrero, 2013

EL SUICIDIO DE LA PALABRA


He estado en silencio. Las palabras han estado esquivas tras tomar la  decisión de  escribir  una crónica acerca  del suicidio.

La idea asomó  a mi mente tras  escuchar  los casos de cuatro personas que se lanzaron de varios  edificios en la  ciudad en menos de quince días a comienzos de este año. La idea se la  ofrecí al editor de una revista que me motivó a realizar la  investigación. 

Por estos días  he alternado mis clases de  comunicación  con encuentros con mis  colegas, que me  han dado  pistas para seguir en la  investigación. 

Confieso que  tuve la  intención  de  hablar con los familiares de aquellos que decidieron quitarse la  vida, pero hasta el momento ha sido  imposible contactarlos, o al menos que  me den  declaraciones. 

Por el momento solo he  tenido la oportunidad  de  entrevistar  a una  fuente, que  por cierto me  dio información  muy  valiosa del primer  caso, mientras el resto lo he  sacado de textos  de alguna  biblioteca o de la red.

Hasta  ahora hemos llegado a un cuestionamiento con un amigo de un prestigioso medio de la ciudad:  un  suicida es muy  valiente al tener  los  cojones de lanzarse desde un sépitmo o noveno piso o por el contrario es muy cobarde?

Ser o no ser... esa es la  cuestión.

01 febrero, 2013

LECTURAS SOBRE MI MISMO II



Continuando con el ejercicio de autoanalizarme sigo con la retahíla:

Me dan miedo los fantasmas, aunque no he  sufrido de  asma...
También el rock en español más que el Metanol...
Hablo de cualquier  tema, aunque tengo mis  dilemas....
Busco en la razón lo que  oculta el corazón...


Tengo el cuerpo ajado, así viva relajado...
Soy algo cansón sin la fuerza de Sansón...
Permanezco arrecho y con el presupuesto  estrecho...
Tomo la religión como cualquier  canción...


Amo la  vida así no me den vía...
Paso del dolor a sentir un gran candor...
Estoy condenado a ser desordenado...
Y huyo del calor para  hacer el amor.

Soy muy creativo aunque suene primitivo...
Odio la cocina como la tía Josefina...
Bebo licor en un tarro porque sueño con un carro...
Y prefiero estar "empeloto" que jugarme el baloto...


Así soy ...
Y aunque nos les guste...
En mí no hallarán embuste...
Porque eso es lo que doy.