29 septiembre, 2013

HORACIO BENAVIDEZ " EL MONJE DE LAS LETRAS"



Su presencia en el recinto le impregnó un aire de misticismo a la reunión. Cada uno se incorporó de su silla para  estrecharle la mano al poeta Horacio Benavidez a quien todos terminamos por llamar Maestro. A este hombre de rostro enjuto, cabello lacio y mirada profunda, el Ministerio de  Cultura le otorgó el Premio Nacional de Poesía por su obra " La serena hierba". 

Antes de tomar asiento se disculpó por llegar tarde a la  cita, la cual había olvidado. De inmediato respondió con ese hablar  pausado cada una de las  preguntas.

Habló de que la  noche la utiliza para  dormir. Por tal razón se le facilita escribir entre las cinco hasta las diez de la mañana, manifestó que de dos a cinco de la tarde no puede  pensar. De igual manera confesó que venía de un mestizaje del cual heredaba su tenacidad para el trabajo, por parte de su padre, y la  tranquilidad y sabiduría del indígena, por parte de su madre. De ahí supongo deviene esa parsimonia al hablar y esa capacidad para rumiar en su cabeza cada palabra que esboza  en sus labios, es como si tipiara cada expresión en su cerebro. 

Me encantó escucharle que nunca le trasnochó la  idea de trabajar en horario de oficina y perseguir el sueño capitalista. Por cierto siempre tuvo claro que necesitaba una labor que le permitiera tener tiempo: para leer, caminar, escribir y contemplar el paisaje. 

Reveló su compromiso al trabajar en la  investigación de un tema, declaró que para escribir sobre  los animales estuvo años observando a estos seres.

Después de contestar nuestras preguntas, se despidió arguyendo un  compromiso familiar.  

Al final descubrí más que al poeta premiado a un ser humano inquieto y que tiene cuerda para rato.