Ya llevo varios días sin escribir en este blog. Confieso que mis ocupaciones me han distraído: escribir la novela, cumplir con los compromisos académicos de la Maestría, plantear artículos para la revista Playboy, estar pendiente de la salud de mi padre y algo no menos importante, dedicarle tiempo a mi nueva pareja.
Recuerdo que uno de los objetivos para crear este medio de expresión fue el de no desfallecer en mi intento por escribir constantemente. Ahora lo estoy haciendo, y estoy feliz al ver un avance en mi narrativa. Gracias a este proceso ahora soy más cuidadoso al redactar un párrafo y ante todo más consciente de mis errores. Igual tengo que decir que no ha sido fácil. Mi camino ha estado lleno de obstáculos que con paciencia y perseverancia he ido sorteando. Reconozco que por momentos sentí desfallecer, pero una voz interior me decía que debía seguir luchando.
Si de mí depende que mi futuro en las letras sea más esperanzador, dedicaré más horas a la lectura y por ende a la escritura.Escribir no es fácil, eso ya lo sé, pero entre más bravo el toro, mejor la corrida.
