04 junio, 2006

Jorge fue muy “Franco” en la radio


Cada domingo en la tarde, me encuentro con una cita radial, optando por una alternativa a la deficiente programación que presenta la “caja boba”.

Se trata de una sección con una entrevista de una hora, a personajes de la cultura nacional que se transmite cada semana por la 88.5 de la FM en la emisora de la Fundación Carvajal en el horario de tres a cuatro de la tarde denominada como “Tintos y Tintas”, conducido por Henry Losada Posada y que en este caso anunciaba como invitado al escritor Jorge Franco, (anteriormente pasaron por estos micrófonos, el poeta nadaísta J. Mario Arbeláez y el escritor y ensayista tolimense William Ospina).

La ambientación musical corrió por cuenta de representantes del rock argentino como Andrés Calamaro, Spineta, Charly García y Soda Estéreo.

La charla dio inicio con las primeras obras del autor paisa, entre las que se encuentran el cuento “Maldito Amor” y su primera novela “ Mala Noche”, de las cuales expresó Franco, que a pesar de haber sido premiadas fue difícil entrar con ellas a las editoriales, debido a que su nombre no figuraba, por tal razón tuvo que sacar de su bolsillo el dinero para invertir en publicidad a través de afiches y demás.

Fue después que gracias a una feria del libro en Bogotá se comenzó a vender su novela Rosario Tijeras, lo que le abrió las puertas no sólo al mercado nacional sino también a nivel internacional.

Posteriormente planteó su indiscutible influencia por parte de los medios de comunicación como la televisión, pero especialmente del cine. Comentó acerca de programas como Plaza Sésamo y Viaje a las Estrellas nutrieron su imaginación y de la visita a los cine foros en los años de colegio, que resultaron en un gran complemento generando así un proceso de formación para haber logrado ser lo que es en la actualidad. También habló de sus dos años en donde estudió cine en Inglaterra y de compartir un estilo de narrativa cinematográfica con sus colegas Santiago Gamboa y Mario Mendoza, de los cuales tienen en el cine (Perder es cuestión de Método y Satanás que se encuentra actualmente en producción).

Igualmente planteó que desde niño fue buen lector, debido a que sus abuelos siempre le regalaron libros y ante todo no concibe un escritor que no tenga la disciplina de leer.

Aunque sus gustos literarios han cambiado según la época, de niño recuerda las historias infantiles de los hermanos Grimm, mientras que en su juventud prefería leer “las aventuras de Tom Swyer” de Mark Twain, para después ir adentrándose en las obras cumbres de la literatura universal.

Expresó que a los catorce años le regalaron un libro de William Shakespeare y desde ahí inició su gusto por las historias de amor.

También tuvo la oportunidad de contar acerca del vínculo que tuvo en el rodaje de Rosario Tijeras, en donde expresó que le dio toda la libertad posible al director mejicano Emilio Maillé, porque entendió que el cine y la literatura son dos lenguajes distintos.

Después de haber hablado de Paraíso Travel, el conductor de la entrevista llegó al punto que yo quería escuchar. El proceso de escribir.

Jorge Franco confesó en este diálogo con su interlocutor, que es muy riguroso a la hora de la investigación, y es precisamente porque le da la seguridad para poder contar su historia, aunque no utilice todo el material. Igualmente expresó que se siente más cómodo utilizando la primera persona en la novela y la tercera en los cuentos y que ante todo le apuesta a la escritura como una experiencia de una búsqueda constante, en donde no existen fórmulas, lo que ha generado que se demore cada vez más tiempo en publicar.

“Soy un escritor más de disciplina que de inspiración”, fue la frase con que concluyó la temática explicando que cada vez se exige más y que siente que eso lo convierte en un escritor más maduro.

Cuando tocó el tema de su próxima novela me di cuenta que la entrevista fue hecha hace tiempo atrás, debido a que aunque comentó de que se trataba dijo que todavía no le tenía el nombre.

A la hora de hablar de la crítica, expresó que creía en ella, pero que para él, la que aparecía en los medios de comunicación no lo era y mucho menos le aportaban al lector, mientras que opinó lo contrario frente a lo que se estaba gestando en la universidades.

Al culminar la charla Franco confesó que era de pocos amigos, y que le era difícil entablar amistad con los de su mismo gremio reiterando que se manejaban muchas egos y rencores a la vez, sin embargo le agradecía a su esposa y a algunos editores por su apoyo sin negar que tuvo mucha suerte.

Finalmente expresó que se sentía optimista y con muchas expectativas y aunque su meta era ser un gran escritor, era consciente de que el camino era largo y prefería que así se mantuviera para seguirlo alcanzando.

Al dar por terminada la emisión, apagué el equipo de sonido y me dirigí al computador a escribir esta nota, despojándome de cualquier tentación al ocio dominical.

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