Anoche tuve la oportunidad de visionar por CINEMAX , "Diamantes de Sangre", una película que a pesar de estar plagada de una fusión entre acción, aventura y romanticismo, muestra una realidad que se acopla a la situación que vivimos en nuestros países tercemundistas.
Esta historia tiene como telón de fondo el conflicto que se vivió en la década de los 90 en Sierra Leona, en la que se propició una guerra civil. Solomon Vandy ( Djimon Hounsou), es un pescador que tiene como eje central a su familia, él es capturado por un grupo de rebeldes del grupo F.U.R, que irrumpen en su aldea asesinando a todo aquel que intente emprender la huída. Solomon es obligado a trabajar en una mina de diamantes, en donde encuentra una pieza de grandes magnitudes, a la cual decide esconder bajo el riesgo de perder su propia vida.
Danny Archer( Leonardo Dicaprio), es un sudafricano con rasgos arios que contrabandea diamantes. Por accidente descubre que Solomon tiene escondido un piedra rosa, lo que motiva al mercenario a ofrecerle ayuda a Vandy para encontrar de nuevo a su familia. Esta es la oportunidad que Archer ve para salir del continente y saldar deudas.
A esta aventura se une Maddy Bowen (Jennifer Connelly), una hermosa periodista norteaméricana con un alto compromiso social, quien decide darles una mano con el fin de lograr su objetivo, obtener información fidedigna por parte de Archer para escribir un reportaje tipo denuncia.
Las escenas de explosiones, los impecables tiros de cámara y una interesante interpretación de sus actores, ( es más, hasta el hijo de Solomon es creíble) , hace de esta cinta, una mirada de hollywood acerca de una problemática que al parecer para muchos no era muy relevante.
No quiero culminar este artículo concluyendo con un tinte de moraleja, pero como periodista este film tocó las fibras más sensibles que pueda tener un profesional de la información y se resume en la función social y el compromiso que tenemos los comunicadores en nuestra labor, para de alguna manera denunciar y cambiar el mundo o simplemente preocuparnos por explotar a las fuentes con tal de buscar en ellos un privilegio personal que consiste en ganar premios y obtener fama.
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