09 febrero, 2012

LABURO


Oí ve , conseguir  trabajo, chamba, camello, laburo o como quieran llamarlo, está tan difícil en  Cali, que ni siquiera llaman para una entrevista, es que ni siquiera para preguntar si el feo que aparece en la foto es uno.
Llevo aproximadamente un mes repartiendo hojas de vida, recomendándole  a conocidos para conseguir un empleo como  redactor , profesor de escritura para medios de comunicación, editor, periodista, guionista , profesor de español y literatura en algún colegio, promotor de lectura en alguna biblioteca y debido a que esas vacantes al parecer no les interesa que haya trabajado en el Ministerio de Cultura en Bogotá ni en la revista Playboy, opté por enviarla a cargos más administrativos o comerciales como  vendedor puerta a puerta del servicio  prepago de DIRECTV, encuestador, entre otros oficios y qué se imaginan, pues que tampoco responden.
Lo que no entiendo es de dónde sacan esas estadísticas que indican que  en Cali ha bajado el desempleo.  Y algunos me preguntarán, como decían Los Prisioneros, que en vez de quejarme ¿por  qué no me voy del país? Y no crean lo he pensado, ya inicié a enviar hojas de vida al Perú, sí al país donde nacieron los famosos  carritos sanducheros,  el humor ramplón de Risas y Salsa, que acá encontramos en Sábados Felices y  el popular JD Noticias o una comentarista de chismes de farándula que vi en la perubólica hace unos años y de la que ya no recuerdo su nombre, pero es casi igual o peor a lo que acá es la Negra Candela.
A quienes les cuento de mi situación me dicen que no me desanime y hasta  algunos me han recomendado ejercicios de visualización para concatenarlo con la ley de atracción. Mejor dicho ya sólo falta que me digan que me bañe con agua de ruda.
En pleno treinta y uno de diciembre  pensé en esa frase que dice año nuevo, vida nueva, ojalá compongan uno que diga Año Nuevo, trabajo fijo.

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