18 septiembre, 2009

ESCRBIR LA NOVELA


Hoy tuve una reunión en la que me ha hecho caer en cuenta de muchos errores que estoy cometiendo en mi proceso de creación para la novela. Posteriormente en las horas de la tarde leo un nuevo elemento del curso de escritura creativa que plantea Jorge Eduardo Benavides en el blog de Boomerang.

Él plantea que escribir una novela consiste en un proceso de maduración y que el camino no se da de manera nítida. A medida que vamos avanzando en las páginas, se va generando el descubrimiento. Los personajes van tomando fuerza, tanto así que algunos escritores plantean que sus personajes "hacen lo que quieren", " que se potran de manera distinta a la que el creador pansó inicialmente". Sin embargo la tesis de este post afirma es que para que los personajes no se le salgan de las manos al escritor, él debe tener unas precauciones que consiste en dibujar las características del personaje, porque sin ello cabe la posibilidad que la novela no marche bien. Esto le da la posibilidad de soltarle la cuerda a las reacciones que puedan sorprender al autor por parte de un ser que él mismo creó.

Hoy me di cuenta que todavía debo conocer más a mis personajes, que por más esfuerzos por buscar una historia que los deje ver, existen elementos que los contradicen y que debo parar y volver a empezar, estudiar más la elección de mis narradores. Escribir con más conciencia. Y no dejar ese devenir de lluvia de ideas que plasmo en un papel sin ningun proceso de depuración. Debo regresar a la escaleta que plantié originalmente y no dejarme llevar por la sensación del momento, lo que puede generar una completa pérdida de la brújula.

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