28 noviembre, 2012

LOS JÓVENES, UN NICHO PARA INVESTIGAR.





Soy  docente. Por ende  mi  relación con los jóvenes es muy cercana. Algunos de ellos  se acercan a mí para  contarme sus penurias, no para buscar ayuda, supongo que por el simple método  terapéutico de ser  escuchados. 

Por mi parte  siempre estoy dispuesto a convertirme  en su principal destinatario, y es en esa experiencia en la que descubro más al ser humano  y sus lados  oscuros. 

La verdad no entiendo por qué lo hacen,  me  imagino que es por la imagen de eterno adolescente que proyecto. También planteo como hipótesis el lenguaje directo que  utilizo en mi discurso. A lo mejor eso les inspira  confianza. 

Hace poco dicté una clase acerca de la  investigación y entre las manera de recolectar la  información expliqué tres: El trabajo de  campo que consiste en establecer un  contacto  directo  con  el objeto a investigar, los antropólogos  lo hacen  cuando conviven  con  una  comunidad durante  meses o años  para entender el universo de esa población. La otra  es la de laboratorio que consiste en el ensayo y error y por último la  bibliográfica la cual está  determinada por los textos: libros , revistas, en fin.

De igual manera  les hablé  de las fuentes de información. Comenté que las primarias eran aquellas en la que no existían  intermediarios.   Es decir  cuando hacíamos una entrevista directamente con el personaje en cuestión. Y las  secundarias son cuando si existe un filtro como ocurre con las tesis de grado o con los ensayos que son planteamientos basados en las investigaciones de otros.

Sin embargo, en vista que la temporada de  clases está  culminando,  ahora me sumerjo en  la asesoría de una tesis que trabaja un proyecto sobre la relación de los jóvenes con diversos aspectos como la  cultura, la  música, el medio ambiente, entre otros ítems. Por tal razón me  di  a la tarea de  leer un artículo denominado : "MENOS QUERER MÁS  DE LA VIDA "  CONCEPCIONES DE VIDA Y MUERTE EN JÓVENES  URBANOS,  del Antropólogo José Fernando Serrano Amaya.

Este  texto parte  de una  investigación  en el que convergen las concepciones de la vida y de la  muerte , la presencia del imaginario mágico religioso tradicional y el consumo cultural de un grupo de jóvenes bogotanos.  Todos los testimonios nacen luego de un año de trabajo de campo  en la que  se encontró una variedad de relatos  y voces que hablaban desde los aspectos más  banales hasta los más  profundos descubriendo narraciones que se burlaban de sí mismas  y del mundo.


Uno de los elementos claves para iniciar  esa  investigación fue plantearse la idea de la  violencia juvenil.  Según los  testimonios una  de las  causas de  la violencia nace de la familia. Y es que, a excepción  de los cristianos, la  mayoría  coincidió en expresar que   esta manifestación es natural en el  ser humano  y que ha estado presente a lo largo de la historia y que por tal razón ha sido difícil prescindir de ella. 


De igual manera muchos  coinciden en que  los medios de comunicación como la televisión, el cine y la  literatura  influyen este tipo de comportamiento en un  país que de por sí es violento.

Según  la investigación llegaron a la conclusión que esa representación  va muy ligada con los  antecedentes   de los recuerdos de  una  época del narcoterrorismo, en la  primera mitad de los noventa.  De ahí que no sea casual que la parrilla televisiva haya punteando en popularidad con producciones como : Escobar el patrón  del mal y la segunda  parte  del  Capo. Y es que cuando fungí como periodista de la reconocida revista  PLAYBOY me  di a la  tarea de escribir un artículo acerca de las  narcotelenovelas y me   encontré con una frase del crítico de televisión Omar Rincón que dice: "los colombianos tenemos pensamiento traqueto en el  sentido de generar ideales de conducta, como es salir de  pobre como sea: a punta  de corrupción, matando, poniéndose tetas o sacando un revólver". 

Retomando los testimonios de los jóvenes, especialmente los de estratos medios y altos,  varios recordaron  de  manera fragmentada el temor a salir a la calle. Sin embargo  todos reconocieron que  muchos de ellos  aprendieron a  vivir  con dicha incertidumbre de morir por causa de una  bomba. 

Con lo dicho anteriormente se llega a la  conclusión de que muchos jóvenes han  adoptado un  estado de insensibilización ante la violencia. De igual manera se le  achaca la  culpa a la información que utilizan los noticieros al combinar la  crudeza de la muerte  con la  banalidad  de las reinas  de belleza y los deportes y con ello  se entra a considerar la posibilidad de morir. 

Por otra parte  la mirada  apolítica  tiende a cimentar esa  concepción de violencia debido a que ellos sienten  que los políticos solo quieren sacar provecho para sí. De igual manera para los jóvenes que están más en contacto con el consumo de cómics, cierta literatura existencialista y algunos géneros del rock, no hay alternativa, pues para ellos la misma  humanidad es la  que  está  mal. 

En lo que  concierne al consumo cultural tomando la teoría de  Mary Douglas y  García Cannclini " el consumo sirve para pensar". De ahí que de esta frase de desencadene una lógica del " gusto y de tener". Por tal razón la obtención de una " buena vida"  a través de las redes del mercado como son la  ropa de moda, ir a los sitios de rumba, el tener un carro  o una pareja  hacen parte del reconocimiento de los otros. Según  Serrano esas expresiones  generan  toda una serie de  subsistemas asociados al espectáculo, los modos de lo juvenil propuesto por los medios masivos y todo un mundo de lo luminoso y lo "bello". La  segunda  dinámica  gira en torno al consumo de las culturas del rock, las formas  artísticas alternativas  o "subterráneas", ciertas literaturas,  el cómic, el cine arte y una serie de objetos que reflejan la pérdida de las utopías , el hastío con  la sociedad contamporánea y la insatisfacción  con el mundo propuesto por la sociedad  de masas. 

En cuanto al primer punto me gustaría citar un fragmento del ensayo publicado hace poco por el  peruano Mario Vargas Llosa  titulado: " La  civilización del espectáculo" en el que plantea: " ¿ Qué quiere decir la  civilización del  espectáculo?  La de un mundo en donde el primer lugar de la  tabla  de valores vigentes  lo ocupa el  entretenimiento, y donde divertirse, escapar del aburrimiento, es la pasión  universal". 

En cuanto al segundo punto  quisiera contar una anécdota   a manera de  una pequeña crónica: Eran casi las seis de la tarde. La brisa  caleña acariciaba  mi piel cuando me desplazaba con premura por los lados del Hotel Inter. Al descender al primer piso del edificio Los Montes, en donde  cada sábado nos reunimos un grupo de personas amantes de las letras para tertuliar, me  encontré con una sorpresa. El invitado especial era un  "inadaptado". Sí un poeta de aspecto desgarbado,  y que con sus converse blancas,su libros, y  ese acento valluno tan particular nos supo seducir. Se presentó como Diego Lozano y entre copa y copa de guaro nos envistió con su Reminiscencia Punk:

" Tengo la cabeza pesada de tantos versos,
hay licor, hay dinero, 
dientes para masticar carne de vaca
nunca el vegetarianismo fue mi hobbie..."

 Después de escuchar  su intervención  como un hombre que rompía con la clásica imagen del intelectual, aún más cercano a un Bukowski, que confesó no haber leído,  me enteré que no terminó el bachillerato y que prefirió trabajar como hippie  y así recorrer el país. Su inspiración estaba en la calle, en el andén como lo expresó reiteradas veces. 

Una llamada al celular me obligó despedirme. No sin antes agradecerle por enseñarme otra manera de mirar el mundo. 
"

No hay comentarios.: