20 junio, 2012

REDACTAR ES ORGANIZAR LAS IDEAS.



En varias ocasiones he escuchado que la definición de redactar es organizar las ideas. Y es por eso que me he dado a la tarea de seguir garabateando en el papel, cualquier relato que me pueda servir  para una  futura historia.

Ahora en estos tiempos en que el estrés del trabajo se conjuga con los conflictos con la pareja  y la familia he tomado la decisión de asistir al psicólogo. Claro que no estoy loco, pero  a lo mejor  estoy a punto de convertirme en aquello que tanto temo. 

Uno de los ejercicios que me han recomendado en la terapia es  escribir acerca de quien soy y qué deseo en la vida. Asunto complicado para aquel que ha leído al maestro Estanislao Zuleta quien manifiesta que nuestra desgracia no está tanto en la frustración de nuestros deseos, como en la misma forma de desear.  En definitiva concluye que deseamos mal.


Esa fue una de las razones por las que apareció en mi cerebro la primera pregunta: ¿ Por donde arrancar?  Fueron horas pensando en la jerarquía de ideas. No crean, no es fácil enfrentarse a la página en blanco y la incertidumbre es mayor si quien toma el lápiz en la mano tiene que trazar un derrotero, cuando se siente  hundiéndose en un remolino en pleno Río Cauca. El tic tac del reloj de pared amenazaba  con desesperarme. Además sobre el escritorio una figura de acción de un soldado de la Guerra de las Galaxias me apuntaba con su pistola láser. Era como si estuviera diciéndome: ¡Ehy arranca!


Miro el reloj que marcan las diez y media de la noche indicándome el deceso de un domingo aletargado. 


Hago un esfuerzo para  recordar la mañana en que tomé la determinación de pedir ayuda. Sí ,yo también era de los que pensaba  de que ir al psicólogo era para locos. Cuando ingresé por primera vez al consultorio comencé a sudar frío y las piernas me temblaban. Después de una larga diatriba contra las relaciones de pareja insanas logré lo que quería y encontré ese punto de catarsis que amilanó la rabia y el rencor. 


Pero lo importante fue lo que escribí así que aquí se los entrego:


Ser o no ser , esa es la cuestión, como lo hubiera dicho un personaje de la dramaturgia universal. Tranquilos, no sufro de pretensiones como muchos artistas, mi talento no alcanza ni para que me consideren un Chespirito Outsider. 


Soy consciente de que en aspectos como el espiritual estoy en saldo rojo. Y ni que hablar de  mi figura  en la que predomina la flacidez de mi abdomen y una dentadura más parecida  a las torres gemelas después del atentado. Mi estatura está cercana a la de un pigmeo y las uñas, tanto de mis manos como los pies se asemejan a las de un ser de ultratumba.  Soy poco inteligente y he fracasado en casi todos los aspectos de  mi vida. En conclusión: no soy feliz.


Miro de nuevo el reloj, son las doce de la noche.  De nuevo vislumbro al soldado, el tropper de Star Wars que me intenta decir: " Ehy a dormir que mañana hay que madrugar".  Sin embargo el sueño continúa díscolo. 


Apago la luz y de repente van apareciendo una  a una las ovejas, saltando por el cerco: " Veeeeeee, Veeeee, Veee.... zzzzzzzzzz....

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