13 octubre, 2010

Sin tetas no hay cómic.


Cada que toco el tema de las historietas mi memoria me remite a mi infancia, época en que mi padre, cada que acababa su jornada laboral, me regalaba un ejemplar con personajes como el Santo el enmascarado de plata, Memín, Kalimán o Arandú . Sin embargo de manera tardía descubrí el cómic erótico, un género verdaderamente excitante.

Y es que según Daniel Rincones, un maestro en artes plásticas y dibujante de cómic plantea que en Colombia comenzaron a moverse las ilustraciones a partir del lanzamiento de una marca de cigarrillos muy famosa que era Piel Roja, la cual llevaba una imagen americana que acompañaba todos los puntos de venta con el dibujo de una mujer.

Pero es en la década del sesenta y finales del setenta que las editoriales Novaro y Cinco comenzaron a traer literatura erótica en forma de fotonovelas que alternaban dibujos, algunos muy explícitos, y otras eran simplemente fotografías que iban acompañadas de una historia.

Playboy genera un movimiento de erotismo total debido a que en la década del setenta sus ediciones se empezaron a sacar en Latinoamérica al igual que las revistas Hustler y Pent House. Este hecho revolucionó la sección del cómic erótico en el país debido a que inspiró unas nuevas publicaciones como la revista Sueca, un pasquín de 15 x 15 centímetros en donde se encuentran imágenes muy sugestivas sin enseñar penetraciones ni zonas pélvicas frontalmente.

Para el profesor del área de Diseño gráfico de la Universidad Nacional, Bernardo Rincón lo que influye el corte erótico en Colombia son las publicaciones italianas que son traducidas en España. Igualmente la incursión de la revista Playboy que trae sus cómics eróticos al personaje de Annie Fanny. Posteriormente aparece la primera revista de corte adulto conocida como Bárbara, que más que una historieta de tipo erótico es más de corte político. Apenas se comienza a superar el tema de la censura llegan a Colombia los cómics con x al final. Gracias a esta evolución en las librerías como la Francesa y la Nacional, entre otras comienzan a traer de Italia el material de Valentina, Barbarella de Francia y por otro lado el folletín mejicano con algunas fotonovelas de corte erótico en donde aparecen mujeres pechugonas y con escasa ropa. A pesar que este fenómeno fomentó que muchos dibujantes se interesaran por contar historias de este tipo en nuestro país, todavía no ha habido la persona que se enfrente a este tema descarnadamente debido a una cultura que ha generado en su educación : “nosotros tenemos la iglesia atravesada, nuestro problema es de corte religioso”, explica el docente.

Pero para definir en que consiste el cómic erótico Rincón afirma que este es el espacio en donde los personajes aparecen haciendo cosas que en otros cómics no hacen, por lo menos en las historias tradicionales el héroe vive aventuras que no le dan tiempo para enamorarse ni tener una vida cotidiana. No sabemos que hace con su pareja, por eso el cómic erótico muestra la intimidad de sus personajes.

Que orgullosa me siento de ser colombiana.
Debido a la fama de la belleza de la mujer colombiana. Un par de caleños se la han jugado enseñando en sus historias el prototipo de sus paisanas. Pero no sólo ocurre este fenómeno en la Sultana del Valle. También en ciudades como Barranquilla o Cartagena los costeños adoptan la imagen de sus mujeres para protagonizar sus historias. Otra de la característica que aparece reflejada en los personajes femeninos de la ciudad de Medellín son el volumen de sus pechos o su parte baja. Todo ello se da por la historia sexual de los colombianos que se presta mucho para el cómic erótico. Uno de esos ejemplos fue el trabajo que se hizo con Javier Kaparó, un dibujante cubano que se radicó en Colombia y que desarrolló historias sencillas contadas en dos páginas. Particularmente una de ellas consiste en unas viatas que descubren a un hombre rumbiando con un par de mujeres voluptuosas en otro pueblo. Lo curioso del asunto es que ese hombre es un cura impostor que ha engañado a la población para sacarles dinero y disfrutarlo con mujeres. Muchas de estas pintorescas narraciones las encontramos en diferentes periódicos sensacionalistas de cada región.

Sin embargo existen algunos artistas que se burlan de ese sistema como lo hace Iván Chacón, un joven que ha tenido un recorrido por la escena del metal industrial, la ilustración de moda y el diseño de vestuario. Él argumenta que la prostitución de las mismas imágenes eróticas ha hecho que se tome como algo grotesco. Su propuesta radica en que todo debe llevar una historia y también un pedazo del alma. Portal razón se la juega con el surrealismo para salirse de mecanismo repetitivos: “no podría dibujar sólo vulvas y sólo senos al aire solamente por una satisfacción que no voy a sentir igual estando con una chica, me saca la piedra que sean vistas de esa forma tan vulgar y que ellas mimas lo aprueben y les guste”. Concluye Chacón.

Cómic erótico sí futuro
Para Bernardo Rincón el cómic erótico está creciendo debido a que están apareciendo tanto hombres como mujeres contando una cotidianidad que antes faltaba. Ya los dibujantes no tienen tanto temor y comienzan a abrir espacios en sus blogs, páginas web y ediciones especializadas.

Ha pasado mucho tiempo que los ejemplares de Arandú y Kalimán pasaron por mis manos. Todavía siento alguna nostalgia cuando un vestigio de ellos se asoma en mi memoria. Ahora sólo me inspira bucear en un universo donde la intimidad es la protagonista.

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