04 mayo, 2009

GRACIAS A LA VIDA.

La vida me enseñó que no se debe depositar demasiada confianza en las personas. Muchos te defraudan. Sólo los verdaderas compañías son las que han prevalecido hasta estos días. Cada mañana me levanto y los reconozco al verlos. Sólo me queda decirles: Gracias por existir.

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