Tus manos son esas extensiones de tu cuerpo que me demuestran cada día que amas más...
Tus labios se convierten en dos polos de energía que al juntarlos con los míos sucumben ante la descarga...
Cada latido de tu corazón resuena en mi memoria como manecillas de reloj que anhelan cada segundo nuestro encuentro...
Tu piel es la arena que recorro de un desierto en el que revivo al encontrarme con el oasis de tus besos...
Tus ojos son el firmamento en el que observo la belleza de tu interior...
Y tú eres el mejor regalo que me ha dado la vida.
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