23 enero, 2007

¿Realmente los colombianos somos felices?


Leyendo las noticias en revistas y periódicos, viendo las crueles imágenes en los noticieros de televisión, uno se escapa de caer en un hospital siquiátrico. Lo más curioso de todo es que según una encuesta en donde se preguntaba en que parte del mundo las personas eran más felices, Colombia punteó en los más altos índices.

Esa es la paradoja de nuestra realidad, a pesar del desempleo, los atroces crímenes perpetrados por la guerrilla en Buenaventura, los escándalos producidos por unas caletas encontradas en Cali, las declaraciones del narcoparamilitar Salvatore Mancuso, y todo tipo de informaciones negativas con la que nos invaden los medios de comunicación. Se dice que somos felices.

Uno podría pensar que las personas al escuchar la pregunta ¿Usted es feliz?, respondería afirmativamente sólo por salir del paso. Y a lo mejor ese monosílabo lo exoneraría de dar explicaciones en el caso que contestara con expresiones negativas.

Lo que también es cierto es que en Colombia, (como en cualquier otro país supongo), hay ciertas maneras de hallar una catarsis para tanto dolor, entre ellas están los partidos de fútbol, los reallyties , los reinados de belleza, que de alguna forma se convierten en placebos para amainar una realidad que nos carcome cada vez más.

Y ni que hablar si descubrimos que quienes fueron víctimas de esta interrogación , fueron esos jóvenes que viven en una burbuja y que su vida sólo se limita a salir con sus amigos a los centros comerciales, o a los mejores bares de la ciudad, en donde la peor ofensa que les pueden propinar es que no los hayan tomado en cuenta para salir en la fotografía de la página social de una revista de farándula.

Así que hay muchas formas de hallar la felicidad, en lo que a mi respecta la encuentro en la lectura y en una buena compañía sentimental. ¡Ah propósito!. ¿Usted es feliz?.

19 enero, 2007

En busca de la influencia perdida.

A mí, desde muy temprana edad me ha gustado el rock, si le busco una explicación la verdad no la encuentro, tomando en cuenta que mis padres han sido seguidores de Daniel Santos y la Sonora Matancera , el bolero ‘Madrigal’ y últimamente un hermano me aturde con los vallenatos, mientras mi sobrina con el reguetón. En fin si de gustos musicales se trata, mi familia equivale a una visita a un restaurante en donde cada quien pide a la carta. Y eso no está mal, a lo que quiero llegar con este cuestionamiento es descubrir, quien fue la persona que influyó en mis apetencias rítmicas.

En lo que a cine respecta, recuerdo que mis padres me llevaban a ver en la pantalla grande alguna película mejicana como ‘ El niño y el toro’ o las de Walt Disney, igualmente aparecen ráfagas de imágenes en mi mente en que cada tarde mis progenitores aparecían en casa, después de su jornada laboral, con una revista de historietas del Santo, Kalimán o Arandú. Pero musicalmente no recuerdo escuchar de mis allegados algún indicio de The Beatles o The Rolling Stones, quienes eran los que prendían la ola rockera en la década del setenta.

A través de mis lecturas descubrí que un personaje, el cual se convirtió en un mito de la ciudad, gustaba del rock, pero curiosamente también de la salsa, de ese ritmo con ‘tumbao’ y golpe que insita a bailar hasta al más casto. Se trata de Andrés Caicedo, aquel joven escritor que narró a través de novelas como “¡Que viva la música!” o “ El Atravesado” , toda su visión de una Cali ambientada por la droga, los amigos y el amor. Caicedo Estela, se suicidó a la edad de veinticinco años dejando todo un legado literario representado en cuentos, guiones cinematográficos, revistas de crítica sobre el séptimo arte y piezas teatrales, entre otros géneros. Igualmente incursionó como actor bajo la tutoría de Enrique Buenaventura en el TEC,(Teatro Experimental de Cali). Fue gran amigo de los que en ese entonces producían cine en “ La Sucursal del cielo” y que hoy son los reconocidos directores Carlos Mayolo y Luis Ospina. Sin embargo de Andrés, sólo vine a saber en mis años de colegio, así que queda descartado de tajo.

Por el momento seguiré como un detective privado siguiéndole la pista al culpable de inyectar en mí el gusto por ese majestuoso género musical que cada vez que lo escucho hace brotar mis venas y exorciza cualquier amago de depresión. Espero encontrarlo para darle un abrazo y expresarle toda mi gratitud.



'Tirar la pluma’

Nunca he sido muy adepto de estudiar a manera de manuales, prefiero experimentar con mis propios escritos y en el peor de los casos, utilizo la vía del tutor o profesor o como le quieran llamar, sin embargo me traje de la biblioteca unos cuantos libros o más bien se les puede llamar manuales de escritura con los que me divierto en las horas de la tarde. Gracias a ellos he descubierto un abanico de posibilidades de expresión que me han servido en mi ejercicio como periodista y escritor.


Entre los textos se encuentra cómo escribir correctamente, o también el de cómo aumentar su vocabulario, igualmente está uno para los que sufren con la ortografía o con la gramática. De todos modos el ejercicio de la escritura como he dicho en otras ocasiones, es ante todo un deber de disciplina y de perseverar hasta el momento en que nuestra lucidez, o en el peor de los casos, nuestra permanencia en este mundo nos lo impida. Igual nunca hay que creernos el cuento que escribimos bien, porque ese sería el fin de nuestra propia investigación, que consiste en que cada texto puede ser mejor y lo podemos lograr por muchas maneras entre ellas la corrección por medio de la reescritura, así se van reciclando experiencias que contienen en algunos casos aciertos y en otros fracasos.

En este ejercicio no hay formulas, sólo el trabajo y el riesgo de lanzarse al vacío para equivocarse. Como también está el de tirar la pluma y resignarse a leer lo que otros narran. Así lo describe Enrique Vila Matas en su libro ‘Bartleby y compañía (2000); en donde se expone este síndrome acerca de varios escritores de gran talla como Juan Rulfo o algunos noveles autores, que han dejado de escribir por varias razones. El caso de Rulfo se dice que su abuelo Severino era quien le contaba las historias, al morir el viejo, ya Rulfo no encontró más aliciente para escribir, otros se atrevieron a expresar que Rulfo tenía miedo porque pensó que nunca iba a superar la calidad de sus novelas ‘Pedro Páramo’ y ‘El Llano en Llamas’.

Por lo que respecta a mi seguiré en mi búsqueda, probablemente no gane premios u obtenga prestigio, pero moriré con mi consciencia tranquila al saber que nunca ‘tiré la pluma’

18 enero, 2007

Diatriba de un hombre sentado frente a la pantalla del televisor.

Ayer prendí la tele como a eso de las seis y media de la tarde y pasando con el acostumbrado zapping, descubrí una dupla de películas del legendario Steven Seagal, en el segmento de TNT NITRO.

En mi época de adolescencia soñaba con ‘darle en la jeta’ a más de uno y por consiguiente, con un amigo, alquilábamos en VHS todo aquello que tuviera en su contenido artes marciales.

Inicialmente visionábamos, películas de Bruce Lee, Jackie Chan, Chuck Norris, pero la sensación llegó cuando aparecieron estos personajes de Jean Claude Van Damme y el anteriormente nombrado Steven Seagal.

Sin embargo el tiempo pasa y tu mente se va enriqueciendo de otras expresiones que te hacen ver con otros ojos, lo que anteriormente te sorprendía y hoy por hoy te preguntas, ¿ En que diablos estaba pensando para ver esta basura?.

Primero que todo el protagonista siempre es un policía que le asesinan a la mujer y él solo toma venganza. Sus enemigos pueden ser desde la policía corrupta, hasta la mafia japonesa, colombiana, italiana… en fin, el hecho es que él con sus patadas y una pistolita acaba con un ejército de hampones, que manejan todo un arsenal de armas y que si mucho, lo alcanzan a despeinar.

Si hablamos de Van Damme, siempre tiene un hermano que compite en Kickboxing, el cual termina lisiado en combate por un personaje que parece sacado de un video juego de Street Fighter. O peor aún siempre aparece un hermano gemelo que lo criaron en la ‘conchinchina’ y que después de no se cuantos años, se reencuentran para salvar a la chica ‘buenona’, de la cual los dos se enamoran.

Siempre me he preguntado ¿por qué en estas películas, al héroe, siempre le explota una casa a unos cuantos milímetros mientras él salta como una liebre sin caerle ninguna esquirla?. O ¿por qué cuando el villano tiene todas las ventajas para matar al ‘duro de la peli’, siempre el arma está descargada y ¡vaya sorpresa!, el otro saca de la mano , (como el mago Lorgia), el cartucho con todas las balas, o en su defecto se escucha un disparo y aparece el rostro sorprendido del ‘ presunto asesino’, mientras cae lentamente y atrás se muestra a la muchacha que el espectador ya daba por muerta, o el tipo que nunca había disparado un arma, con una escopeta salvándole la vida al ‘berraco de la historia’.

Todas estas inquietudes se podrán responder el próximo fin de semana, cuando en la parrilla de los canales por cable, o privados, se presente con el descaro de promocionarlos como estrenos, este menú de posibilidades para que se ‘entretenga’ y obvio, no piense. Ya veo porque algunos catalogan al televisor como la ‘caja boba’.

17 enero, 2007

‘ El hábito hace al monje’


Hoy cambié un poco la rutina del día y en vez de salir a trotar al parque, le dediqué una parte de la mañana a estudiar unos textos sobre como aprender a escribir correctamente, que igual sirven apara afianzar mis conocimientos en la materia. Sin embargo no desperdicié ningún instante para ejercitar mi cuerpo, así que esculqué en unos de los cajones de mi escritorio en donde encontré un cd de los Fabulosos Cadillacs en concierto. Lo que siguió fue puro movimiento aeróbico y uno que otro intento de baile que me fomentaba el ‘ska’.

Posteriormente me di una deliciosa ducha con agua fría, para unos minutos después ingerir el almuerzo de un menú domiciliario que contenía un pequeña porción de arroz, ensalada y carne de muchacho en salsa. Por recomendación de un amigo, he decidido obviar los fritos y el azúcar en las bebidas, sin embargo he optado por endulzar el café al desayuno, con sobres que contienen saborizantes bajos en calorías.

Ya en la noche minimizo los alimentos lo más posible, eliminando progresivamente la cantidad de arroz, hasta llegar al punto de sólo alimentarme con una porción de pollo y jugo.

La idea es postergar estos hábitos e incrementar las horas de ejercicio físico para poder ver los resultados en una menor cantidad de tiempo. La meta inicialmente son tres meses. Vamos a ver que pasa.


12 enero, 2007

'Apadrinado’ por el buen cine

Hace poco me repetí, ‘ El Padrino’ de Francis Ford Coppola y volví a soñar con esos personajes, como si fuera, de nuevo, la primera vez. Siempre me ha impresionado la interpretación de Marlon Brando como Vito Corleone, que además lo convirtió en un actor de respeto gracias a ésta y otras caracterizaciones.

Sin embargo Al Pacino no se queda atrás, en su papel de Michael, el hijo menor de los Corleone, quien nos lleva de la mano como espectadores en su negación, (que al final, como una especie de tragedia griega a lo EDIPO), termina transformándolo en lo que menos desea.

Igualmente existen escenas impactantes, como la del director de cine que se levanta en una cama llena de sangre, consecuencia de la decapitación de su caballo, o del asesinato de Sonny, tras un cruce de metralletas que lo abalean hasta más no poder.

También es cierto, que la temática de la película nos sugiere un ámbito social, que no está muy alejado de la cultura caleña, por esta razón vemos a diario como varios Michaels, existen en nuestra cotidianidad y a lo mejor peores de lo que nos muestra Hollywood.

Así que lo que lo único que puedo decir es que recomiendo esta película que es ya un clásico, tanto como su obra literaria.