¿Pero quien es ella? sí aquella mujer que me ha robado el corazón. Es ante todo una bella mujer. Su belleza se complementa en todo sentido.
Su cabello lacio y corto destella rizos que encandilan los lugares más áridos, Sus labios carnosos alientan a los míos para juntarse con los suyos y así navegar por océanos de placer, sus hombros enseñan unas pecas que anidan los trazos de un diestro pintor. Sus pechos, ¡ahhhh! esos pechos donde uno puede depositar la cabeza y dejarse llevar por el sueño más profundo.
Y eso que si hablo de su interior no pararía de elogiarla. Me encanta cuando asume una postura ética ante la vida. Ella es incapaz de hacerle daño a otro. Sin embargo ello no es sinónimo de flaqueza, porque cuando quiere llamar al orden, asume la postura adusta, que genera que todos en casa le prestemos atención. Me encanta su honestidad, su manera desparpajada de decir las cosas cuando le molestan, pero aún más, la confianza que deposita en mí, generando que cada día la ame más.
Nosotros dos hemos aprendido a ser uno, a dialogar , a tolerar al otro y ante todo a reírnos de nosotros mismos. Y sí sé que esta es la visión de un enamorado.
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