14 julio, 2009

LA DISCIPLINA DE UN ESCRITOR.


Cada mañana al levantarme tengo en mi cabeza una idea que la verdad se transforman en dos. Leer y escribir. La novela que estoy leyendo por estos momentos y que por cierto me tiene enganchado es "Un dulce olor a muerte" del mexicano Guillermo Arriaga, el mismo de AMORES PERROS, 21 GRAMOS Y BABEL.

La historia es ambientada en una zona rural de México. Los personajes tienen nombres muy particulares. Y cada capítulo nos cuenta varias historias en distinto espacio, pero en el mismo tiempo, muy característico del estilo del autor.

Su prosa es ágil, su estructura narrativa nos induce a saber que pasa con cada uno de los personajes. Uno podría hacer trampa y mirar la última página. Pero uno como lector queda hechizado.

Loma Grande es el pueblo en donde Adela, una chica de quince años es econtrada sin vida. Ramón sólo había visto a la chica pocas veces, pero en el pueblo surge el rumor que él fue su novio. Por tal razón el joven decide vengar su muerte.
La trama es sencilla, pero la pluma de Arriaga convierte este relato en toda una obra de arte. He aquí la prueba de una de las pautas para escribir una historia. No importa el tema, lo que realmente tiene sentido es como narrarlo.

Con lo dicho anteriormente reafirmo que lo más importante para un escritor es tener disciplina. Investigar. Estar buscando en otros autores la clave para entender como es que se hechiza al lector. Por eso cada lectura es un aprendizaje. Cada libro, cada novela leída es un taller.

No hay comentarios.: