En esta temporada de grandes comilonas, regalos y demás, surge la inquietud sobre los planes a futuro. Estar adportas del nuevo año genera de cierta manera una ansiedad agobiante. Los sueños se acumulan como un ardor en el estómago para después ser soltados como globos que germinan tras una carrera de 365 días.
Algunos se dejan coquetear por la realidad , mientras otros se quedan en la dimensión del deseo, sin trascender.
Hoy apenas estoy en la planeación, pero lo que realmente importa es llevarlos a la acción.
Feliz año para todos y que se les cumpla sus sueños , y no sus pesadillas.
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