Tengo entendido que todo aquel que colecciona algo es por la simple razón de suplir un vacío, bien sea emocional, existencial o que se yo, lo único que si sé, es que a mí me encanta.
Desde muy temprana edad he almacenado utensilios que para algunos son “chucherías”, pero para mí han marcado mi llegada a este mundo. Uno de ellos fue la colección de revistas de aventuras que mis padres me regalaban cada tarde después de llegar de su jornada laboral. Recuerdo con nostalgia la expectativa que me generaba la idea de encontrarme cada día con una nueva historia, que enmarcaban una lista de súper héroes criollos como “El Santo, El enmascarado De Plata”, que consistía en un luchador mexicano que peleaba contra seres sobrenaturales como vampiros, momias y demás seres espeluznantes, Kalimán, un hombre con un turbante blanco que siempre andaba acompañado de un pequeño llamado Solín, y Arandú, un joven musculoso con taparrabos, que parecía más bien una versión bizarra de Tarzán de los monos.
Posteriormente entraría a mi vademécum algunos ejemplares de los personajes de la DC Cómics, como son: Batman, Superman, Linterna Verde e igualmente de la Marvel, como: Hulk, Spiderman, Los cuatro fantásticos, en fin.
Todos esos números o fueron regalados o simplemente se los robaron, el hecho es que no quedó ni la muestra.
Por tal razón me di la tarea de reiniciarla y la vez complementarla con otra de figuras de acción, que por cierto conservo como un gran tesoro.
Los primeros los encontré en una promoción en un almacén de cadena, consistía en las figuras relegadas del capítulo I de la saga de Star Wars, conocida como “ La Amenaza Fantasma”, los cuales fui adquiriendo poco a poco, después los fui reemplazando por algunas colecciones de bomberos, hombres de construcción,( todos articulados), hasta llegar a comprar algunos personajes de películas de moda, como fueron Los Hombres X y Jurasick Park.
Actualmente tengo alrededor de ochenta figuras y cincuenta revistas, sin embargo todo no termina allí, porque debido a mi afición por los reportajes me suscribí por un año a la revista GATOPARDO, así que en síntesis me considero un coleccionista compulsivo.
Lo único que me atrevo a expresar que aqueja a este gremio es el presupuesto.
Así que usted lee este artículo y quiere convertirse en un buen samaritano, no lo dude, salga al primer almacén donde vio las figuras de la película Superman Returns y descreste a este buen hombre con un excelente regalo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario