El séptimo arte no sólo ha influenciado a los grandes escritores y periodistas, también lo ha hecho conmigo.
Desde que tengo uso de razón la magia de la oscuridad, ambientada por una gigantesca pantalla promovida por un proyector, ha cautivado mis prolongadas horas de ocio. Incluso los acompañantes como las crocantes crispetas y la refrescante gaseosa han pasado a un segundo lugar, primero por el alto costo que implican y segundo porque la prioridad es presenciar la narración de una buena historia.
Recuerdo con nostalgia la primera película que mis padres me llevaron a ver, se llamaba “El niño y el Toro”, si no estoy mal es la historia de un pequeño que se encariña de un Toro, el cual posteriormente es indultado. En esa época las salas carecían del confort, aspecto que contrasta con las que encontramos actualmente, así que uno observaba especimenes como gatos e insectos que igual a uno eran fanáticos a la “máquina de sueños”.
Cada uno de esos recintos ha desaparecido de la ciudad transformándose en su mayoría en iglesias cristianas, sin embargo los centros comerciales se han ido posicionando con sus Múltiplex, en donde el aire acondicionado impregna hasta el más recóndito de los sentidos.
A medida que pasaba el tiempo comencé a tener el criterio de escoger mis propias películas, así que descubrí las impecables animaciones de Walt Disney, y posteriormente me interesé por la saga de “La Guerra de las Galaxias”, desde ahí la afición por la ciencia ficción se disparó en mí, lo que generó que presenciara la obra maestra de Steven Spielberg, “E.T el extraterrestre”, ( antes había visto , Encuentros cercanos del tercer tipo), Tiburón, Poltergeist, Regreso al Futuro, ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, entre otras. Igualmente fui seguidor de películas de acción como las de Silvester Stallone, Arnold Schwarzenegger, Chuck Norris, Jean Claude Van Damme, Steven Seagal y muchos más.
Sin embargo en el momento en que ingresé a la Universidad a estudiar Comunicación Social y Periodismo, mis gustos se fueron transformando en algo más selecto. Es como si después de años de ingerir hamburguesas y perros calientes, comenzara una rigurosa dieta de caviar.
Y es desde ese instante en que descubro otras posibilidades como la que ofrece el cine independiente, autores como: Woody Allen, Steven Soderbergh, , Spike Lee, Alejandro Amenábar, Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón, Arturo Ripstein, en otros aportaron mucho en mi óptica del cine alejándome temporalmente de los aspavientos de los efectos especiales para introducirme en historias más dramáticas que le pueden pasar al vecino e incluso a uno mismo.
Actualmente considero que tengo un recorrido más amplio que antes a la hora de catalogarme como espectador., ( todavía recuerdo cuando soñaba con ser reseñista de películas, en un diario de la ciudad), ahora no me interesa sino disfrutarlas bien sea por medio del DVD, por cuestiones de presupuesto, o simplemente verlas por canales de televisión. Sin embargo a pesar de inyectarme una buena dosis de películas élite, todavía no me despojo de mi gusto por películas con temáticas de super héroes que me entretienen a montón.
No se si sea un cinéfilo, pero de lo único que estoy seguro es que el cine cambió mi forma de ver la vida.
Desde que tengo uso de razón la magia de la oscuridad, ambientada por una gigantesca pantalla promovida por un proyector, ha cautivado mis prolongadas horas de ocio. Incluso los acompañantes como las crocantes crispetas y la refrescante gaseosa han pasado a un segundo lugar, primero por el alto costo que implican y segundo porque la prioridad es presenciar la narración de una buena historia.
Recuerdo con nostalgia la primera película que mis padres me llevaron a ver, se llamaba “El niño y el Toro”, si no estoy mal es la historia de un pequeño que se encariña de un Toro, el cual posteriormente es indultado. En esa época las salas carecían del confort, aspecto que contrasta con las que encontramos actualmente, así que uno observaba especimenes como gatos e insectos que igual a uno eran fanáticos a la “máquina de sueños”.
Cada uno de esos recintos ha desaparecido de la ciudad transformándose en su mayoría en iglesias cristianas, sin embargo los centros comerciales se han ido posicionando con sus Múltiplex, en donde el aire acondicionado impregna hasta el más recóndito de los sentidos.
A medida que pasaba el tiempo comencé a tener el criterio de escoger mis propias películas, así que descubrí las impecables animaciones de Walt Disney, y posteriormente me interesé por la saga de “La Guerra de las Galaxias”, desde ahí la afición por la ciencia ficción se disparó en mí, lo que generó que presenciara la obra maestra de Steven Spielberg, “E.T el extraterrestre”, ( antes había visto , Encuentros cercanos del tercer tipo), Tiburón, Poltergeist, Regreso al Futuro, ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, entre otras. Igualmente fui seguidor de películas de acción como las de Silvester Stallone, Arnold Schwarzenegger, Chuck Norris, Jean Claude Van Damme, Steven Seagal y muchos más.
Sin embargo en el momento en que ingresé a la Universidad a estudiar Comunicación Social y Periodismo, mis gustos se fueron transformando en algo más selecto. Es como si después de años de ingerir hamburguesas y perros calientes, comenzara una rigurosa dieta de caviar.
Y es desde ese instante en que descubro otras posibilidades como la que ofrece el cine independiente, autores como: Woody Allen, Steven Soderbergh, , Spike Lee, Alejandro Amenábar, Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón, Arturo Ripstein, en otros aportaron mucho en mi óptica del cine alejándome temporalmente de los aspavientos de los efectos especiales para introducirme en historias más dramáticas que le pueden pasar al vecino e incluso a uno mismo.
Actualmente considero que tengo un recorrido más amplio que antes a la hora de catalogarme como espectador., ( todavía recuerdo cuando soñaba con ser reseñista de películas, en un diario de la ciudad), ahora no me interesa sino disfrutarlas bien sea por medio del DVD, por cuestiones de presupuesto, o simplemente verlas por canales de televisión. Sin embargo a pesar de inyectarme una buena dosis de películas élite, todavía no me despojo de mi gusto por películas con temáticas de super héroes que me entretienen a montón.
No se si sea un cinéfilo, pero de lo único que estoy seguro es que el cine cambió mi forma de ver la vida.
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