Ayer estuve realizando un cine foro en un colegio al norte de la ciudad, en compañía del cuerpo docente, los cuales visionaron la película, PRIMAVERA, VERANO, OTOÑO, INVIERNO... Y PRIMAVERA, del director coreano Kim – ki duk La película en sí es una obra de arte, su fotografía es impecable y la manera como el manejo de la cámara nos transporta a un universo en donde la contemplación del entorno y el contacto directo con la naturaleza, hacen de este film, una filosofía de vida. La historia trata de un maestro que quiere enseñar a su discípulo, un pequeño travieso y que por instantes deja salir su instintos maquiavélicos, a ser una persona de bien, y en la medida que este pupilo se hace hombre, va encontrando su propio camino, y que por alguna razón lo hace regresar a los brazos de su mentor. Cada etapa de la vida del personaje tiene una relación estrecha con las estaciones del tiempo, lo que genera en el espectador una especie de metáfora al terminar renovándole mismo ciclo, sólo que ahora el discípulo es el maestro. Lo importante de todo esto fue el enriquecimiento que se dio al explicar cada detalle de la cinta, adentrándose en las teorías del Taoísmo y el Confucionismo, para después desembocar en una tormenta de interpretaciones que le dieron un tópico más personal. Todo fue un ritual al respeto, ninguno de los que quisieron participar del foro, intentaron transgredir a su interlocutor, era como si la temática de la película los hubiera poseído como por una especie de ósmosis. Por eso quiero que se promuevan los cineforos y esa podría ser una manera de transformar en hombres de guerra, en hombres de paz. |
18 mayo, 2006
¡Que vivan los cine - foros!
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