Todos los seres humanos o por lo menos eso creo en alguna época de su vida quiere coleccionar algo, no se si tenga alguna motivación psicológica por tapar algún vació emocional o que, pero a veces pienso que ese puede ser el leiv motiv.
En lo que a mí respecta, desde muy niño inicié a coleccionar historietas, pero en mi adolescencia lo cambié por las gorras y en la época universitaria me dio por coleccionar esferos, recuerdo también que quería tener una colección de música, y ese fue el motor para montar con una amigo un mini negocio, que alcanzó para comprar algunos cds de Soda Estereo, Aleks Sintek, Caimanes y casi toda la colección de MANÁ, que era mi grupo favorito en ese momento.
A muy temprana edad mis padres me regalaban figuras articuladas que ellos le llamaban despectivamente “muñequitos” y nunca olvidaré cuando les tuve que llorar para que en un diciembre me compararan una colección de Los Magníficos, una serie televisiva que me marcó. El hecho es que de esa colección sólo quedó el recuerdo, porque se desaparecieron, como lo hacen los abducidos, sin dejar ningún rastro.
Debido a la cuantiosa pérdida, me abstuve de volver a comprar cualquier artículo que me impulsara a retomar mis paganos hábitos, hasta que un día descubrí en un almacén unas figuras de constructores y bomberos a un precio muy módico.
Comencé a comprarlos uno a uno hasta completar la colección, después en el mismo lugar encontré otra promoción de las figuras del Capitulo I “ La Amenaza Fantasma” de la Guerra de las Galaxias y eso fue como si a un alcohólico recuperado le hubieran dado a probar una torta con algo de coñac.
Desde ahí me he dedicado a reunir con empleos esporádicos el dinero suficiente para conseguir cuanto “muñequito”, me interese. Eso por obvias razones me ha generado críticas por parte de mis allegados, pero eso es lo que menos me importa.
Actualmente los que más me gustan son los de una serie animada d e los años ochenta conocida como Comando Gi Joe, que inicialmente mandaba a pedir desde los Estados Unidos, pero que ahora gracias al Internet los encargo por este medio. Sin embargo este producto tiene su desventaja y es que en mi país ya está descontinuado, así que el valor queda por los aires y este factor también genera que se dificulte conseguirlo.
Así que si en este momento me dicen cuantas figuras tengo, pues calculo entre unas ochenta, aunque por el sueldo que me van a pagar por un trabajo que acabo de conseguir, espero que alcance al menos a los noventa.
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