La siguiente cita se dio en una noche fría en la que el calor humano alumbró el recinto. Los rostros expectantes me acechaban. Mis pulsaciones se aceleraron. Escuché como cada latido se acoplaba a los ladridos de un perro que quería expresarme que no le gustaban los escritores foráneos.
Todos nos reunimos en una sala acogedora. Después que los asistentes se instalaron inicié con mi presentación. Algunos eran estudiantes de colegio, otras amas de casa, algún docente y el perro, si tú ser cuadrúpedo que amedrentas con tus caninos afilados a quien irrumpe en tu territorio. Si tú que pedías que se te narrara una historia en donde apareciera una bella perra, a la que tú debías rescatar, tú que te preguntabas y a éste quien le dijo que era escritor con esa historia tan insulsa de un gordo perdedor, por eso no moviste tu cola, por eso no manifestaste ninguna señal de cariño.
Los contertulios quisieron aportar su percepción del fragmento expuesto. Algunos más avezados se lanzaron a hacer preguntas. Al final todo terminó como deseaba, en una reunión informal sin ningún tipo de pretensión intelectual. Se habló de manera desparpajada y sin eufemismos.
Todo culminó con la lluvia como testigo. Para rematar nos quedamos conversando en la casa de Fercho saboreando sus deliciosos chicharrines.
Todos nos reunimos en una sala acogedora. Después que los asistentes se instalaron inicié con mi presentación. Algunos eran estudiantes de colegio, otras amas de casa, algún docente y el perro, si tú ser cuadrúpedo que amedrentas con tus caninos afilados a quien irrumpe en tu territorio. Si tú que pedías que se te narrara una historia en donde apareciera una bella perra, a la que tú debías rescatar, tú que te preguntabas y a éste quien le dijo que era escritor con esa historia tan insulsa de un gordo perdedor, por eso no moviste tu cola, por eso no manifestaste ninguna señal de cariño.
Los contertulios quisieron aportar su percepción del fragmento expuesto. Algunos más avezados se lanzaron a hacer preguntas. Al final todo terminó como deseaba, en una reunión informal sin ningún tipo de pretensión intelectual. Se habló de manera desparpajada y sin eufemismos.
Todo culminó con la lluvia como testigo. Para rematar nos quedamos conversando en la casa de Fercho saboreando sus deliciosos chicharrines.
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