Ahora que encontré la voz para contar mi historia no me cambio por nadie. Utilizo cada momento libre en las noches para juguetear con las palabras. Leo algunos fragmentos de novela, redacto artículos para medios digitales, saco algún tiempo para salir a comer cualquier galguería en un supermercado y sobre todo para explorar con el tono y las estructuras narrativas.
Por el momento los bloqueos se han desparecido.La fluidez de la pluma me han devuelto la salud literaria. Ya a no hay dudas. Sólo las ganas de trabajar duro, con una disciplina militar. Como díría el cantante argentino Alejandro Lerner. Lo que estoy haciendo es " Volver a empezar".
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