25 octubre, 2009
DIABÓLICA DECEPCIÓN
La semana pasada asistí a la premier de la película Diabólica Tentación. Realmente para ser sincero. Es la cinta más mala que he visto este año. El argumento es muy flojo. Estoy seguro que muchos espectadores, y me refiero en su mayoría al género masculino, les atrajo la imagen de Megan Fox, la bomba sexy del momento, vestida de colegiala en el poster.
Sí, no niego que la belleza de esa mujer es exuberante, pero eso no le quita que como espectador tenga que aguantarme más de una hora una historia insulsa que raya entre una mala versión de SCARY MOVIE o SPECIES.
Jennifer ( Megan Fox), es una estudiante de secundaria de un pequeño pueblo en Estados Unidos denominado la Caldera del Diablo. Needy
( Amanda Seyfried), es su mejor amiga. Las dos han compartido desde niñas. Pero un hecho sobrenatural genera un conflicto entre las dos. Jennifer al ser sacrificada en un rito satánico por una banda de rock de poca monta, es poseída por un demonio que le genera un apetito voraz, transformándola en una antropófaga en potencia.
Su sensualidad es la carnada perfecta para los jóvenes que la asedian, y que descubren tardíamente que la torta se ha volteado ya que sus apetitos sexuales, será la comidilla de un espécimen traído de los cabellos. Los que más causa problemas es que Jennifer se mete con Chip, (Johny Simmons),el novio de su mejor amiga. Lo que las convierte en dos combatientes sin tregua.
La pretensión de mezclar un humor simplón, muy típico del cine hollywodense, con un terror, que más que miedo produce sueño. Es la fórmula que utiliza en esta ocasión Diablo Cody, quien ganara un Oscar en el 2007 por “Juno”.
Definitivamente ya ni mi sobrino que tiene seis años, se asombra con esos filmes en donde los efectos especiales se intenta maquillar las deficiencias de un relato pobre, en donde se toma al espectador como un émulo de Homero Simpson.
17 octubre, 2009
Sí hay cupo...
Este post es para recomendar este portal chileno dedicado al arte y las letras conocido como 6 columnas.com. Aquí les regalo mi primer artículo publicado allí.
Vivir en una pensión o en un cupo estudiantil, como le llaman ahora, es una odisea. A raíz de mi interés por estudiar una maestría en la Universidad Nacional en Bogotá, dejé las comodidades de la casa en Cali para hospedarme en una habitación pequeña, que consta de un escritorio, una cama y un nochero. Dentro del paquete le ofrecen a uno la comida, televisión por cable, baños compartidos con agua caliente, línea telefónica y conexión a Internet y todo este kit parece realmente un regalo por la módica suma de cuatrocientos cincuenta mil pesos colombianos (unos ciento veinticinco mil pesos chilenos).
Vivir en una pensión o en un cupo estudiantil, como le llaman ahora, es una odisea. A raíz de mi interés por estudiar una maestría en la Universidad Nacional en Bogotá, dejé las comodidades de la casa en Cali para hospedarme en una habitación pequeña, que consta de un escritorio, una cama y un nochero. Dentro del paquete le ofrecen a uno la comida, televisión por cable, baños compartidos con agua caliente, línea telefónica y conexión a Internet y todo este kit parece realmente un regalo por la módica suma de cuatrocientos cincuenta mil pesos colombianos (unos ciento veinticinco mil pesos chilenos).
Las primeras semanas sirven para acostumbrarse, entonces, cada vez que sales a la hora del desayuno, te encuentras con un plato que contiene huevos revueltos, una arepa (tortilla a base de maíz para los que no me entiendan), o un pedazo de pan, una taza de chocolate o de café con leche, un vaso de jugo natural o en su defecto un pequeño recipiente con gelatina. Como ya les dije, al principio todo es novedoso pero ya llevo cuatro meses y es huevo todas las mañanas, hasta los fines de semana, ya pienso que me estoy “ahuevando”.
En la tarde, a la hora del almuerzo, la situación mejora un poco. Al menos el menú cambia: en él se incluye sopa, en el acompañamiento uno se puede encontrar con fríjoles, un pedazo de carne, papa salada y arroz. Lo cruel es que si no te gustó lo del almuerzo, pues mal, porque lo mismo se sirve en la cena. Como quien dice, acá si se aplica el famoso refrán: “al que no le gusta el caldo se le dan dos tazas.”
El internet es un desastroso caso aparte: no funciona, se cae a cada rato. La otra vez estuve sin el servicio por quince días y lo más tenaz es que tuve que pagar el mes siguiente como si nada.
Y luego está el agua en la ducha. En una ocasión casi no alcanzo a bañarme porque se fue precisamente cuando me estaba enjabonando. Y para rematar, en una fría mañana capitalina me tuve que duchar con agua helada.
Cuando pensé que ya estaba rebasada la copa, una noche después de llegar del trabajo me encuentro al dueño de la pensión dentro del cuarto desarmando la cama para cambiarla por otra, por el simple hecho que le faltaban algunas tablas.
Muchos se preguntarán qué hago en un lugar como éste si todo es una mierda. Pues la verdad lo que me tiene contento es el calor humano que se siente acá. Los demás inquilinos son muy respetuosos, muy cordiales y, ante todo, hospitalarios. Al menos hasta ahora no me he encontrado con un tipo tuerto, con cuchilla y con una cicatriz en la cara que me diga: “¡hermano bájese de ese portátil!”
Por lo menos tengo que agradecer algo: vivir en una pensión te da mucho tema para escribir.
15 octubre, 2009
¿POR QUÉ LEEMOS?
Leyendo hoy el blog de Marcelo Figueras, descubro un cuestionamiento que muchas veces me he hecho. ¿Y es por qué leo? y mejor aún , ¿ por qué escribo?.
Una de las teorías que comparto con el escritor argentino es que simpre buscamos en la ficción una manera de escapar de nuestras vidas, de querer ser otros, vivir aventuras arriesgadas logrando obtener como mínimo un calambre. Gracias a los libros, bien sea que los leamos o los intentemos escribir, es para tener la posibilidad de ser detectives, super héroes, piratas, villanos y un sinnúmero de personajes más.
Figueras plantea que la lectura de ficción es una práctica adictiva. Yo me sumo a esta hipótesis debido a que la lectura no sólo se le atribuye a los libros, sino también a la televisión y al cine. Después de ver en escena a Hánibal Lécter o a Alex de la Naranja Mecánica uno ya no es el mismo.
13 octubre, 2009
ESCRITOS DE SÍSIFO.
Ahora que encontré la voz para contar mi historia no me cambio por nadie. Utilizo cada momento libre en las noches para juguetear con las palabras. Leo algunos fragmentos de novela, redacto artículos para medios digitales, saco algún tiempo para salir a comer cualquier galguería en un supermercado y sobre todo para explorar con el tono y las estructuras narrativas.
Por el momento los bloqueos se han desparecido.La fluidez de la pluma me han devuelto la salud literaria. Ya a no hay dudas. Sólo las ganas de trabajar duro, con una disciplina militar. Como díría el cantante argentino Alejandro Lerner. Lo que estoy haciendo es " Volver a empezar".
12 octubre, 2009
DE LECTURAS Y ESCRITURAS
En estos tiempos en que muchos aprovechan para ver a sus familiares, yo me quedo en algunas bibliotecas buscando la obra que me de elementos para armar mi novela. Desde autores como Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Alonso Sánchez Baute o el mismo Charles Bukowski me han servido de inspiración para explorar en los narradores y hasta en el tono de la historia que quiero contar.
Han sido horas dedicados a la escritura a la exploración y a la probable equivocación. No hay nada más apasionante que escampar la lluvia tras un buen libro y sobre todo sentado frente al computador creando, tropezándose con las palabras, las descripciones y demás jugadas literarias y ver crecer a ese bebé catalogado como ópera prima.
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