Sí usted amigo lector está contextualizado con la realidad nacional. No dudaría en pensar que este blog se refiere a las declaraciones que entregará el narcotraficante Hernando Gómez Bustamante, más conocido como "Rasguño" a la justicia norteamericana. Pues no. Este es el titulo de la primer película dirigida por George Clooney, que recoge toda la influencia de su productor ,Steven Soderbergh, quien le apuesta a Al Pacino como antagonista en su última producción "Ocean Thirteen" y quien de la mano del guionista Charly Kaufman, ( Adaptación o Quieres ser John Malcovich), narran la historia de Chuck Barris, un personaje de doble vida que trabaja como productor de televisión de programas como The Gong Show, "The Dating Game"o "The Newlywed Game". ( Algunos harán memoria y lo relacionarán con un programa que Jota Mario Valencia que hacía en la década de los ochenta conocido como Adán y Eva), a la vez que se convierte en un asesino de la CIA.
Las relampagueantes apariciones de Brad Pitt y Matt Damon, como concursantes de un programa de encuentros de parejas y la impactante interpretación de Julia Roberts , quien con su personaje ofrece un punto de giro determinante a la historia.
Sam Rockwell, ( Los Ángeles de Charlie, Celebrity)quien interpreta a Barris, nos deja perplejos con su actuación. Enseñando todo el universo interno de su personaje, ofreciendo todo un mapa de su estado psicológico.
En sí, Confesiones de una mente peligrosa es una película entretenida, pero ante todo bien contada y que se arriesga en su estética, recuerdo con gran emoción la escena en que Barris aparece ante las cámaras de televisión un poco degradado tanto física como psicologicamente y mientras presenta ve la imagen de su madre cuando lo vestía como niña en su época de infancia, los cuales se presentan en un color sepia, para darle esa sensación de flashback.
Ante todo es una gran recomendación y gracias a Salva, quien ha sido generoso conmigo y me ha prestado gran parte de su vademecum cinematográfico. Además de motivarme ejercitarme físicamente, aunque no lo he vuelto a practicar y a volverme una persona disciplinada en mi intento de escribir.
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