09 febrero, 2012

SUDANDO LA CAMISETA


Si escribir es como transpirar, de un mes para acá cambié la escritura por una verdadera sudoración: subir loma. Todas las mañanas, a eso de las nueve, espero la llegada de un amigo que funge como entrenador. La verdad ha servido como motivador para que no desfallezca. De igual manera los constantes chequeos médicos han determinado que ya no estoy en edad para comer lo que se me antoje. Me quitaron el azúcar, los fritos y las harinas. Ahora debo ingerir más alimentos integrales, beber mucha agua y comer más frutas y vegetales. Sin embargo me gustó más como me lo dijo el médico: Hay que meterle más pastico al cuerpo.
Ya no me siento a escribir esas maratónicas jornadas que me dejaban exhausto. Tampoco he seguido descuidando mi salud, como hice hasta el mes de diciembre, sino que trato de balancear  el tiempo para hacer ejercicio, escribir y leer menos tiempo y así poder disfrutar más con las personas que quiero. 

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