Bogotá es una ciudad que le abre las puertas a una gran cantidad de personas y yo obviamente no iba a ser la excepción. Ayer tuve la oportunidad de visitar la Candelaria y realizar un recorrido en TRANSMILENIO. Afortunadamente estuve acompañado de una hermosa mujer que al igual que yo estuvo explorando ese trayecto sumido de calles estrechas en donde circundan bares con fachadas de colores estridentes , cafés , cuenteros y una gama de jóvenes , la mayoría universitarios, que se dan cita cada día para presenciar la diversidad cultural que transpira este sector de la capital.
Para quienes me piden registro fotográfico, les cuento que se demorará un poco, pero tranquilos que tarde o temprano llegará.
Para quienes me piden registro fotográfico, les cuento que se demorará un poco, pero tranquilos que tarde o temprano llegará.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario