Hace ya como unos quince días que por diversas ocupaciones me había privado del placer de realizar mis ejercicios literarios a través del blog, es más, hasta la novela que estaba leyendo y por ende la que estoy escribiendo la tuve que congelar.
Sólo hasta ahora tengo el tiempo de renovar una de las actividades que más me aferran a la vida, escribir. Sin embargo siento que también es un buen ejercicio el dejar en remojo los textos para después de un breve reposo, retomarlos y así iniciar el proceso de reescritura que es tan importante para un escritor.
La verdad el día de hoy lo tomo como un proceso de cuestionamiento, en el que retomo el impulso para seguir creando y a la vez perfeccionando todo un laboratorio de escritura que he ido tejiendo desde hace años.
Y así seguir contando a través de mis vivencias, todos los miedos, deseos o frustraciones, que se resumen en mi recorrido por este sendero denominado vida.
Sólo hasta ahora tengo el tiempo de renovar una de las actividades que más me aferran a la vida, escribir. Sin embargo siento que también es un buen ejercicio el dejar en remojo los textos para después de un breve reposo, retomarlos y así iniciar el proceso de reescritura que es tan importante para un escritor.
La verdad el día de hoy lo tomo como un proceso de cuestionamiento, en el que retomo el impulso para seguir creando y a la vez perfeccionando todo un laboratorio de escritura que he ido tejiendo desde hace años.
Y así seguir contando a través de mis vivencias, todos los miedos, deseos o frustraciones, que se resumen en mi recorrido por este sendero denominado vida.
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