No sé que tenga que ver con que ayer fuera el día del agua, para que torrenciales aguaceros inundaran una ciudad caracterizada por su ambiente tropical. Lo único que sí sentí fue un clima gélido que incitaba a quedarse en casa, bajo unas gruesas cobijas.
Pero nada mejor que la compañía de buenos amigos para amilanar el fuerte cambio climático, realizando tertulias en donde convergen temas desde la pedagogía literaria en los colegios hasta los enigmas del universo.
Sin embargo no hay nada más acogedor que adentrarme en una biblioteca a descubrir nuevos autores colombianos como Juan Gabriel Vásquez y Tomás Gonzáles, los cuales he conocido por medio de reseñas de otros autores, pero que nunca había tenido la oportunidad de leer sus obras.
En fin un sinnúmero de actividades que nos plantea la lluvia para lograr una búsqueda que nos lleve al placer de encontrarnos con nuestro entorno y lo más importante con nosotros mismos.
Pero nada mejor que la compañía de buenos amigos para amilanar el fuerte cambio climático, realizando tertulias en donde convergen temas desde la pedagogía literaria en los colegios hasta los enigmas del universo.
Sin embargo no hay nada más acogedor que adentrarme en una biblioteca a descubrir nuevos autores colombianos como Juan Gabriel Vásquez y Tomás Gonzáles, los cuales he conocido por medio de reseñas de otros autores, pero que nunca había tenido la oportunidad de leer sus obras.
En fin un sinnúmero de actividades que nos plantea la lluvia para lograr una búsqueda que nos lleve al placer de encontrarnos con nuestro entorno y lo más importante con nosotros mismos.
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