El título de esta obra literaria, del escritor francés Marcel Proust,(1871 – 1922) es considerada como una de las cumbres de la literatura universal.
Y tomo a colación esta frase no por la obra en sí, ( que debería), sino porque se acopla mucho al proceso que vivimos todos los seres humanos y es el deseo de querer devolvernos en el tiempo para enmendar nuestros errores.
Muchas filosofías nos remiten a vivir el presente, olvidándonos del pasado y a la vez del futuro, con el objetivo de aprovechar la vida a plenitud. Sin embargo el presente de cada cual (y esto no es ningún misterio), se refleja a partir de las experiencias del pasado.
Gracias al planteamiento recién expuesto, muchos guionistas, utilizan el ejercicio de construir una biografía a la hora de crear un personaje, para tener las herramientas necesarias en el momento de la caracterización.
Igualmente han tenido éxito películas que tratan el tema como son el caso de Regreso al Futuro ( 1985), dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por Michael J. Fox, que trata sobre un adolescente ( Marty McFly) , quien es amigo de un científico ( Doc, interpretado por Christopher Lloyd), que crea una máquina para viajar en el tiempo, lo que genera que por accidente Marty viaje al año de 1955, en donde se encuentra sus padres cuando eran jóvenes, desde ese instante las acciones que se producen en esa época, repercuten en el ( futuro – presente), del protagonista y de todos aquellos que rodean su ambiente familiar.
Otra película que maneja esta temática es TIMECOP o traducida como Policía del Tiempo, dirigida por Peter Hyams en el año de 1994 y protagonizada por Jean Claude Van Dame, en donde un policía tiene la posibilidad de viajar diez años atrás en el tiempo para reponer la pérdida de su esposa, rescatándola de su propio asesinato realizado por parte de una banda de maleantes comandada por el ambicioso senador Mc Comb. A casi cinco minutos de terminar la historia, nos encontramos con un protagonista absorto por los cambios generados al llegar a su Futuro – Presente y es que descubre que no sólo le salva la vida a su compañera sino la de muchos de sus compañeros, culminando con la imagen de un pequeño saludándolo con fraternal abrazo llamándolo papá.
En vista que en la actualidad la tecnología no ha desarrollado esa codiciada máquina del tiempo, aunque muchos siquiatras y psicólogos utilizan el hipnotismo como herramienta medicinal para reparar traumas recurriendo a revivir instantes de vidas pasadas, lo único que nos queda es asimilar el pasado como un aprendizaje, para no cometer los mismos en el presente y así formarnos un mejor futuro.
Y tomo a colación esta frase no por la obra en sí, ( que debería), sino porque se acopla mucho al proceso que vivimos todos los seres humanos y es el deseo de querer devolvernos en el tiempo para enmendar nuestros errores.
Muchas filosofías nos remiten a vivir el presente, olvidándonos del pasado y a la vez del futuro, con el objetivo de aprovechar la vida a plenitud. Sin embargo el presente de cada cual (y esto no es ningún misterio), se refleja a partir de las experiencias del pasado.
Gracias al planteamiento recién expuesto, muchos guionistas, utilizan el ejercicio de construir una biografía a la hora de crear un personaje, para tener las herramientas necesarias en el momento de la caracterización.
Igualmente han tenido éxito películas que tratan el tema como son el caso de Regreso al Futuro ( 1985), dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por Michael J. Fox, que trata sobre un adolescente ( Marty McFly) , quien es amigo de un científico ( Doc, interpretado por Christopher Lloyd), que crea una máquina para viajar en el tiempo, lo que genera que por accidente Marty viaje al año de 1955, en donde se encuentra sus padres cuando eran jóvenes, desde ese instante las acciones que se producen en esa época, repercuten en el ( futuro – presente), del protagonista y de todos aquellos que rodean su ambiente familiar.
Otra película que maneja esta temática es TIMECOP o traducida como Policía del Tiempo, dirigida por Peter Hyams en el año de 1994 y protagonizada por Jean Claude Van Dame, en donde un policía tiene la posibilidad de viajar diez años atrás en el tiempo para reponer la pérdida de su esposa, rescatándola de su propio asesinato realizado por parte de una banda de maleantes comandada por el ambicioso senador Mc Comb. A casi cinco minutos de terminar la historia, nos encontramos con un protagonista absorto por los cambios generados al llegar a su Futuro – Presente y es que descubre que no sólo le salva la vida a su compañera sino la de muchos de sus compañeros, culminando con la imagen de un pequeño saludándolo con fraternal abrazo llamándolo papá.
En vista que en la actualidad la tecnología no ha desarrollado esa codiciada máquina del tiempo, aunque muchos siquiatras y psicólogos utilizan el hipnotismo como herramienta medicinal para reparar traumas recurriendo a revivir instantes de vidas pasadas, lo único que nos queda es asimilar el pasado como un aprendizaje, para no cometer los mismos en el presente y así formarnos un mejor futuro.
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