Hace varios
meses tuve en mente con un compañero de la Maestría en Escrituras Creativas de
la Universidad Nacional de Bogotá la idea de armar una revista cultural. El
concepto era hablar de aquellos que ya tenían un largo trayecto en el trabajo
de las artes y al tiempo promover a aquellos que apenas estaban iniciando. Por
aquel entonces tuve un fugaz viaje a Cali, en la época en que viví en la
capital, y aproveché para entrevistar a la Maestra Jaqueline Vidal quien es la
sucesora de Enrique Buenaventura en el TEC, Teatro Experimental de Cali.
Con esta primera
entrega ella explica, de manera detallada, en qué consiste el concepto de
Creación Colectiva adoptada por esta agrupación teatral.
EL TEC nace de
un gran poeta de la escena, no sólo en la poesía dramática sino en la lírica,
como pintor, narrador y hasta su teoría está escrita de tal forma que agrada.
Estas son las
palabras con las que se expresa Jaqueline Vidal de su compañero de las tablas y
de la vida: Enrique Buenaventura. Ella es una mujer de andar pausado como su
hablar, contextura delgada y larga cabellera blanca en la que se reflejan
largos años de sabiduría. En cada frase expresa el amor que siente por aquel
hombre que la conquistó y que a pesar de no estar vivo, la acompaña con un
legado que ha sido el fruto de extensas jornadas de trabajo y de una constante
exploración en el lenguaje teatral.
Según Vidal todo
lo que concierne a la Creación Colectiva inició desde antes del año 55, cuando
el Maestro Buenaventura estaba formando a algunas personas en Bellas Artes. Desde
antes él ya había afirmado en varias entrevistas que la literatura teatral no engendra
teatro, el teatro entendido con lo que practica un elenco, un colectivo es lo
que inspira a los poetas, explica Vidal.
De igual manera en estos procesos se fueron sumando quienes no sabían leer,
pero su pasión por el aprendizaje en las
tablas se convertía en su mayor virtud. Ese camino fue de gran enriquecimiento
artístico abriéndole las puertas a diferentes lenguajes como la música, la
pintura, la literatura tomando en cuenta también la narración oral de donde se
desprenden mitos y leyendas de Colombia y del continente. Eso hace que el
Teatro Experimental de Cali, cuando llega a esa definición de lo que se llama Creación Colectiva ya está
conformado el colectivo por gente formada en una escuela de ese pensamiento de
volver a la fuente, ir al origen del teatro, no solamente el teatro conocido
como tal, sino el teatro de los continentes que han sido callados porque su
forma de cultura no obedece a la filosofía de que solamente es verdad lo que es
comprobable sino que mantiene textos que hablan del origen de la creación,
mitos de la creación, que obviamente no son comprobables, como nos es
comprobable el discurso artístico, comenta esta maestra de las tablas mientras asoma una
sonrisa que denota la paz de su interior. Posteriormente Buenaventura es expulsado
de Bellas Artes, según Vidal por su identidad, su forma de ser y su cultivo de
lo no académico, poniendo siempre por delante lo que se transforma, lo que se
indaga, lo que se experimenta y no lo que se sabe, buscando el sentido que
emerge desde de lo que va ocurriendo tanto en la vida como en el teatro.
Después de esa
expulsión de Bellas Artes el TEC se
instaló en la sala en la que lo conocemos hoy : Calle 7ª No 8 -63 en el centro
de la ciudad, logramos estabilizarnos aquí en este lugar, donde inventamos,
pienso yo que una de las salas de teatro alternativo como dicen o independiente
más hermosas y más grandes que he visto en mi vida. Afirma esta mujer de aspecto enjuto.
Para Jackeline
el maestro Buenaventura tenía una manera de escribir teatro que hasta
Shakespeare se la hubiera envidiado y recalca que las personas que se dedican a
las tablas quedan seducidos al leer un texto de Buenaventura. Sin embargo
plantea que el teatro no está en el texto escrito, ya que al ser hablado
adquiere otro sentido. Por tal razón el actor está en su derecho de jugar con
todas las posibilidades con las alternativas que le proporciona el texto
escrito.
Vidal explica
que para ellos la creación colectiva se condensa en la medida en que cada uno
de los miembros de la agrupación le aporta al proceso creativo desde su
energía, su alma y su mente para apuntar todos a un bien común que es el teatro.
Para esta mujer
que ha dedicado gran parte de su vida al teatro, los personajes no son una representación
naturalista del ser humano sino una condensación de fuerzas que habitan la
sociedad que se asemejan más a un espíritu o a un semidios que a un ser humano de carne y hueso. De ahí
que los personajes vivan en el escenario
en obras que encuentran su mayor referente en los conflictos presentes en la
sociedad de la época en que se está creando la obra y es en ese espacio en el que
la participación del escritor, del músico, del escenógrafo y todos los que
apoyan a los actores que en última instancia
son los que tienen una participación permanente no sólo en la escritura
de la obra en el escenario sino en su lectura, porque es el público el que
cierra el ciclo de la creación colectiva y es esta retroalimentación lo que le
da a ese proceso una corporeidad.