Esta fue uan introducción que dí a la obra de teatro "La pobre viejecita" de Rafael Pombo, interpretada por mis compañeros de clase del grado primero C, del colegio Hispanoaméricano. La verdad, a pesar que nunca saqué buenas notas en ese curso, fuí precoz en la lectura, por eso me postularon para que leyera ante un sinnúmero de padres de familia, este minidiscurso.
la verdad las profesoras me felicitaron, pero al percatarme de la expresión de mis compañeros en la foto, o debí estar haciendo el ridículo, o el compañero con las manos en la boca debió estar pensando, ¿éste como hace para leer tan bien ante tanta gente?.
Ah propósito que coincidencia, actualmente dicto un taller de expresión corporal y que por cierto me ha ido como a los perros en misa.
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