15 junio, 2011

REGRESO A LA CAPITAL.


La mañana está soleada, como todas en estos últimos días en Cali. El reloj extiende sus brazos para indicar que cada vez estamos más cerca del viaje. El cambio, una constante en aquellos que vivimos en la incertidumbre. Hoy anocheceremos en una ciudad y mañana despertaremos en otra. Nómadas víctimas del desarraigo.

Esta tarde leeré las últimas páginas de un libro, almorzaré uno de mis platos favoritos y me despediré de uno de mis seres más queridos. De nuevo me dejaré seducir por los rituales de las letras, las extenuantes horas pegado frente a la pantalla del computador, esperando que me visite la musa, y renovaré las citas con mi tutor.

Me despido de mi tierra con la esperanza de volver. Y en cada  momento que escuche un 
Que todo el mundo te cante/ que todo el mundo te mime/ 
celoso estoy pa' que mires/ ...  contagiaré a todos con mi nostalgia. 






07 junio, 2011

DISFRUTANDO DE CALI.

Me encuentro en Cali desde el 17 de mayo, fecha en que entregué mi  novela a un lector de la Maestría para que opinara sobre mi ópera prima. Me he dedicado a buscar algunos contactos, también a visitar algunos amigos y  a disfrutar de la compañía  de mi madre. De igual manera  he leído una de las novelas que metí en el equipaje, se trata de Lodo del escritor mejicano Guillermo Fadanelli, del que he publicado algunas entrevistas.

Me ha seducido la obra de este autor desde que leí, por recomendación de un amigo, Malacara. Sus personajes siempre narran en primera persona y plantean una visión de la vida en que luchan por el éxito, pero siempren terminan fracasando. Me encanta el tono de esa voz de su narrador, me seduce como incluye los pensamientos de Benito Torrentera y Orlando Malacara, resultado de una lectura juiciosa por parte del autor de los maestros de la filosofía como Ciorán.


Estoy a punto de terminar la novela y no puedo dejar de recomendar  a este  escritor , seguidor de autores como Phillip Roth y Fernando Vallejo.